Llegaremos hasta donde nos lleve la imaginación.

martes, 5 de abril de 2011

Sóc/Soy





http://www.youtube.com/watch?v=sLFk9N885aU

Et sento cada cinc minuts, com un alè que em bufa el clatell, la cara, el coll, els braços.

Et sento allà on s’amaguen les ombres, on s’amaguen les coses perdudes… sota els llençols.
Et sento, em sento i se que sóc presonera, captiva, del teu amor o de la teva carència afectiva.
Et sento i em perdo. Em trenca els esquemes sentir  que em perds. Jo a tu no et perdo…
No em sento, no em concentro i no visc plena i afectiva. Se m’ha trencat i perdut un retall de mi, sota les nits fredes i ara buides.  He perdut aquell alè que em feia vibrar donant-me vida.
M’he perdut a mi mateixa, estimant-te… Jo a tu no et perdo, m’estàs perdent. 
No trobo l’essència del que sóc, de qui sóc. Hi ha dies, que ni tan sols se perquè hi sóc, ni on.
I em trobo mirant-te, i mirant-te, i mirant-te, però no hi ets. Ara tampoc se què miro…
T’estimo, et dic i em dic. I tu també m’ho dius. Però no se què sóc, qui sóc, perquè hi sóc, ni on. I ara tampoc se que miro… Em pregunto què serà el que estimo. Com he estat capaç de perdre la meva essència i no trobar-me. Estic asseguda al sofà de pell freda i aquesta llum que pampalluga, ni tan sols em distreu de tu, i em mires, però no hi ets.
On ets? Què fas?  Què dius? Com respires? No hi ets, vina. T’estimo, m’estimes… Estimem-nos.
Però per això, vina. Perquè jo recupero la meva essència, la meva vida. I m’estàs perdent, jo ja no em perdo. No sóc captiva, ni buida. Les nits son fredes, com son fosques, com son humides.
Sota els llençols no m’esgarrifo. Les ombres del meu cos s’acomoden sota meu i m’adormo…
No t’estimo, no m’estimes, no ens estimem. Sóc vida, sóc el que sóc, qui sóc, on sóc i perquè.
Ja clareja i no et miro, no em mires, perquè no hi ets. Sóc lliure de tu, de mi i de tots. 
Sóc el que sóc, sense mentides. Sóc qui sóc, perquè no vull ser d’una altre manera. Sóc aquí perquè sóc vida. I tu no hi ets…


....................................................................................................................................................................


Te siento cada cinco minutos, como el aliento que sopla en mi cara, en el cuello, en la nuca.
Te siento allí donde se esconden las sombras, donde se esconden las cosas perdidas… Bajo las sábanas… Te siento, me siento y sé que soy prisionera, cautiva, de tu amo o de tu carencia afectiva. Te siento y me pierdo. Me rompe los esquemas sentir que me pierdes. Yo a ti no te pierdo…

Mo me siento, no me concentro i no vivo plena y afectiva. Se me ha roto y perdido un retal de mí, bajo las noches frías y ahora vacías. He perdido ese aliento que me hacía vibrar, dándome vida. Me he perdido a mí misma, queriéndote… Yo a ti no te pierdo, me estás perdiendo…
No encuentro la esencia de lo que soy, de quién soy. Hay días, que ni siquiera sé por qué estoy, ni dónde. Y me encuentro  mirándote, y mirándote, y mirándote, pero no estás. Ahora tampoco sé qué miro…

Te quiero, te digo y me digo. Y tú también me lo dices. Pero no sé qué soy, quién soy, por qué estoy, ni dónde. Y ahora tampoco sé qué miro. Me pregunto qué será lo que estoy queriendo. Cómo he sido capaz de perder mi esencia y no encontrarme. Estoy sentada en el sofá de piel fría y esta luz que parpadea, ni si quiera me distrae de ti, y me miras, pero no estás.

¿Dónde estás?, ¿Qué haces?, ¿Qué dices?, ¿Cómo respiras?. No estás, ven. Te quiero, me quieres…. Querámonos. Pero para eso ven. Porque yo recupero mi esencia, mi vida. Y me estás perdiendo, y a ti no te pierdo. No estoy cautiva, ni vacía. Las noches son frías, como son oscuras, como son húmedas. Bajo las sábanas no me estremezco. Las sombras se acomodan debajo de mí y me duermo…

No te quiero, no me quieres, no nos queremos. Soy vida, soy lo que soy, quién soy, dónde soy y por qué. Ya amanece y no te miro, no me miras, porque no estás. Soy libre, de ti, de mí y de todos. Soy lo que soy, sin mentiras. Soy quién soy, porque no quiero ser de otra manera. Estoy aquí, porque soy vida. Y tú no estás…


31 de Marzo del 2011. A la 01:07 AM. Pensado y dedicado, para un ser ferpecto.


Buenas noches, (como son oscuras, como son húmedas...)
La niña Lola


Esta obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported

domingo, 3 de abril de 2011

...Tácito índice...





Voy a contarte las cosas que no te digo.
Voy a hacerlo explícito y en silencio, con mi tácito índice.
Voy a escribirte con un dedo las palabras que no tienen acento,
ni gramática, ni comprensión. No se han escrito nunca.
Las conocemos solo tú y yo…

Me deslizo con soltura y acomodada en la finura de tus párpados.
Estoy cayendo a tientas por la mejilla izquierda.
Me sigues en la vislumbre de tus ojos.
Una ligera sonrisa amanece en la comisura de tus labios,
mientras desaparecen las huellas de mi tacto.
El cuello empieza a retorcerse con el escalofrío de mi dedo infinito.
Busco  el hueco de tu clavícula, en círculos.
Sigo descendiendo con sigilo por tu pecho, y te busco… Tersa, nerviosa, palpitante.
Las costillas son mi carretera, me estaciono en los peajes de tus lunares,
memorizados, voy a  dibujarte un cielo estrellado con ellos. Son mi constelación…
Me encuentro con una gota de sudor en la cuneta de tu cadera,
está amenazándome convulsiva, pero este dedo que no detengo,
está sediento de centímetros de tu piel.
El interior de tu muslo, en declive, se alza y se estremece,
tu rodilla se mueve con desdén, pero sigo paciente hasta el tobillo…

Tu cuerpo, que no habla, solo grita y  palpita,
rabioso, agitado y confundido, tan sólo goza de un suspiro.
No tiene palabras, solo tacto… 

Te he encontrado con un dedo lo que callas, lo que callo.
Te he encontrado en lo que busco, pero me pierdo en tu gemido,
me distraigo con tu aliento y deseo tentar tu sexo, esclavo de mi silencio…

Te has enmudecido, después de que tu boca, me desvelara al oído,
el secreto  de un placer prohibido… Y este dedo índice, este tácito índice,
se esconde en tu ombligo, exhausto, vencido…

Ahora cierras los ojos con tu sueño, mientras,
voy a susurrarte las palabras que respiro,
para que no te olvides nunca de las cosas que no te digo…

Sshh...
Tácita Lola.