Llegaremos hasta donde nos lleve la imaginación.

domingo, 20 de febrero de 2011

Mirarse de fuera hacia adentro, a través de la luz que emana el viento...









A veces el aire me golpea, a veces es mi aliento rodando en mis labios. Respiro profunda y pausadamente, esperando tras la ventana. Esperando que un rayo de luz atraviese las sábanas suaves, recién lavadas. Espero con los ojos cerrados que despierte mi cuerpo, que yace entumecido tras una larga noche de sueño. Amanece otro día igual, en mi cama y en mi cuerpo.

Me pregunto sin cesar ¿qué hay de nuevo hoy? Si habrá cambios, si la felicidad llegará a mi rostro tras cocinarla a fuego lento.

La luz que emana de entre los vericuetos de ésta recóndita habitación, forman figuras geométricas que me distraen del tiempo y la espera. Imagino viajes lejanos, llenos de vida, de tristeza y extrañamente, de placer. Viajas espirituales hacia un mundo lleno de vida, de olores, de sabores que no conozco. Un viaje exprés a un mundo inhóspito lleno de magia.
Un mundo nuevo que no encoge, y de alguna forma agranda mi ego. Mi cuerpo se relaja, se me eriza el bello y noto como se abren las pupilas, detrás de los párpados caídos, vencidos, haciéndose hueco en las pestañas largas, negras, como recién pintadas. Frunzo el ceño evitando abrirlos temiendo a otro día igual. Horas miméticas, burdas fotocopias mal trechas. 


Me envalentono, los abro y descubro aquello que ya sabía. Un mismo cuerpo, en un mismo lugar. Los mimos sonidos, la misma gente. Pero distinto. La felicidad se esconde en lo más profundo de mi ser. Hoy estoy radiantemente feliz, quizá para mí. Y hoy vuelvo a reír, quizá para ti.


Los pequeños detalles son los que verdaderamente nos hacen felices.
Propongo abrir los ojos para ver las cosas que no se ven...

Besosy abrazos cálidos, para quién los quiera.
La niña Lola(feliz).






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